En un discurso que duró más de una hora, la Vicepresidenta dedicó la mayor parte a la economía: criticó la dolarización, a Milei y dijo que el acuerdo con el FMI “es inflacionario”.
Se había generado mucha expectativa en la previa del discurso de Cristina Fernández de Kirchner en La Plata. Sobre todo, porque se esperaba algo que no terminó sucediendo: no hizo ningún anuncio en referencia a las elecciones. Más bien, destinó sus palabras a la economía.
Criticó fuertemente el acuerdo al que se llegó con el Fondo Monetario Internacional. Señaló que “nadie con honestidad intelectual no puede afirmar que es algo negativo para el país”, y aseguró: “Ese acuerdo con el FMI es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica como una receta monotemática en todos los países. El principal causante de la variación del precio es la variación del dólar”.
Se refirió a una posibilidad de volver a poner sobre la mesa las condiciones. Y señaló: “Queremos que se revisen las condicionalidades del acuerdo y que lo que se pague esté atado al superávit comercial”.
Asimismo, descartó la dolarización al recordar la crisis del 2001: “La bomba explotó en la cara de 40 millones de argentinos. La convertibilidad terminó como empezó. Fue una idea de un señor de ojitos claros que ahora tiene discípulos (Javier Milei) que dicen que fue el mejor ministro de economía”.
“La convertibilidad terminó con la captura de todos los plazos fijos; esta es la historia de la dolarización”, sentenció la Vicepresidenta. A su vez, sumó: “Nos vienen a decir que lo que fracasó años atrás hoy puede ser la solución”.
Determinó que con la dolarización que plantea el precandidato liberal “la inflación no se detiene”. Sostuvo que con ese plan económico “aumenta la deuda externa porque no hay política monetaria”.
Por otro lado, dijo: “Es necesario que todas las fuerzas nos sentemos. Estoy hablando de tener un acuerdo para que el país funcione y que no sea un parto cada elección y que no sea un drama cada movimiento cambiario en la República Argentina. Agravado todo esto por el FMI”.
Luego, sin dar nombres y con un tono alto, fue muy dura con Javier Milei: “Acá no es casualidad que la única dirigente condenada, perseguida y a la que intentaron asesinar es una sola. No quiero ser autoreferencial pero quién… Esos mamarrachos dicen que ‘la casta tiene miedo’. ¿Qué van a tener miedo si nunca estuvieron en riesgo? ¿De dónde tenemos miedo?”.
Continuó: “Soy perseguida, mis hijos.. La Justicia no quiso investigar a los que me quisieron matar. ¿Miedo? Miedo tengo yo, ¿saben por qué? Porque mis nietos puedan crecer en un país tan injusto. A eso sí le tengo miedo. Ya viví y di lo que tenía que dar. Temo por los jóvenes, por los pibes porque hay demasiada cobardía, demasiada hipocresía y esto es lo que está pasando en la Argentina”.