La Diputada sentenció que por la inflación y la emisión “si tuviéramos un billete de $20.000, Argentina se podría ahorrar más de USD 300 millones”.
María Eugenia Vidal se expresó en las redes sociales ante el inicio de la circulación del nuevo billete de $2.000 en la Argentina. “Nace viejo”, señaló. Sumó que “hace tiempo que la baja denominación de los billetes viene siendo un dolor de cabeza para los comerciantes, los empresarios y la gente en general. Además, es un gasto enorme de impresión de papel para el Estado”.
“Entre 2020 y 2021, la política absurda de no imprimir billetes de mayor denominación le costó al Estado argentino USD 180 millones”, detalló. Y agregó que “fue tan alta la emisión de billetes de los últimos meses que hace algunas semanas la Casa de la Moneda tuvo que pedir importar billetes de París y de Malta para dar abasto para la demanda de pesos del Banco Central”.
La Diputada de Juntos por el Cambio describió: “Con el billete de $2.000, el Estado apenas se ahorraría alrededor de USD 21 millones este año. Muy lejos de compensar todo lo que gastó en impresión de billetes en los últimos años”.
Mientras que diferenció: “Si, en cambio, hoy tuviéramos un billete de $20.000, Argentina se podría ahorrar más de USD 300 millones. Así, podría recuperar los dólares que el gobierno malgastó entre 2020 y 2021”.
Cerró: “El gobierno insiste en tomar medidas a corto plazo, que son irracionales y de ninguna manera resuelven los problemas macroeconómicos reales que tiene el país. Una política monetaria exitosa debe ser consistente con la realidad. Un billete de $2.000, al cambio paralelo, hoy equivale a USD 4 dólares. Con la inflación y el atraso cambiario que tenemos, esta medida no es ni más ni menos que una bomba de humo”.