El Presidente fue muy crítico con la Ciudad y las provincias que abrieron las escuelas. También habló sobre los dichos de Macri y la Copa América que no se jugará en el país.
En el día en que se terminó el confinamiento estricto en todo el país, la Ciudad y otras provincias regresaron a las clases presenciales. Y Alberto Fernández fue crítico: “Todo eso es jugar con fuego y lo que lamento es que el fuego va a quemar a la gente, a los argentinos y a las argentinas de esos lugares”.
“En Alemania hay una estimación que se hace para medir el riesgo de la pandemia, a la que llamamos tasa de incidencia. La tasa de incidencia mide cuántas personas se contagian cada 100 mil habitantes. Cuando llega a 150, se suspenden las clases presenciales. En todos esos lugares (CABA, Mendoza y Córdoba), estamos hablando de tasas de incidencia de 600 a 700, cuatro veces lo que marca Alemania”, explicó el Presidente en diálogo con AM 990.
Expresó también que “yo digo esto para que la gente entienda por qué recomendamos lo que recomendamos, no es un capricho que se nos ocurrió para jorobarle la vida a la gente, está comprobado que la educación moviliza alrededor del 25% de la cantidad de personas que circulan y el gobierno de Buenos Aires también lo sabe, por eso no permite el regreso de los alumnos más grandes”.
Por otro lado, se refirió a los dichos del ex Presidente, cuando dijo que a las 7 de la tarde terminaba con sus labores y ponía Netflix: “Tengo opinión sobre Mauricio Macri desde mucho antes, no me hizo falta ver el programa; pero no quisiera opinar, porque algunas cosas inclusive me las dijo a mí como recomendación al día siguiente de ganar las elecciones, cuando me planteó que cada dos semanas me tome unos días de descanso, o que no trabaje más allá de las seis o siete de la tarde porque era muy agotador… y yo lo miraba con cara de que estábamos en un problema, porque no debería haber sido el primer tema a tocar… pero así es Macri: lo que vimos es algo genuino”.
Por último, se expresó sobre la decisión de que la Copa América no sea en Argentina. “Frente al riesgo interno, ¿voy a sumar un riesgo externo? Es cierto que no rea demasiada gente, pero con uno que venga infectado, la enfermedad se propaga a un ritmo enorme”, indicó.